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14 de Julio de 2004

Accesibilidad a medias no es accesibilidad

Narbaiza Goikoetxea, Itziar

Resumen: El esfuerzo puntual de hacer accesible un sitio web para perder sus atributos de accesibilidad por el simple hecho de incorporarle nuevos contenidos es algo, lamentablemente, demasiado habitual.

Introducción

Al leer la noticia, publicada en mayo, de que el Ayuntamiento de Badalona había hecho accesible su web y que la había adaptado al cumplimiento de las pautas WAI, nivel AA, ilusionada, consulté el portal y no tarde mucho en decepcionarme. Simplemente, en 4 apartados fundamentales de la web, encontré más de 5000 errores automáticos de prioridad 1.

Fue entonces cuando decidí hacer llegar a todos los interesados un informe que, bajo el título "Accesibilidad a medias no es accesibilidad", reflejaba el verdadero estado de la web con respecto al grado de accesibilidad logrado, cuyas conclusiones quiero compartir mediante este artículo para ilustrar los errores más habituales que se producen en la ejecución de este tipo de proyectos.

Tal y como me confirmó el Teniente de Alcalde del ámbito de Gobierno del Ayuntamiento, "por cuestiones presupuestarias, se resolvió hacer la web accesible en sucesivas fases".

El Ayuntamiento contrató los servicios de una empresa para hacer accesible una parte de la web y, de acuerdo con el esquema de trabajo, la Diputación de Barcelona validó el desarrollo realizado por esta empresa.

A pesar del esfuerzo que se hizo, el resultado final fue muy diferente del objetivo que se habían propuesto.

En la página principal del portal se detectó un error que hacía que una persona ciega que utilizase el lector de pantalla Jaws no pudiera pasar de este punto de la web. El error bloqueaba el lector y el ordenador del usuario y este error no fue detectado ni por la empresa encargada del desarrollo, ni por la Diputación de Barcelona, encargada de la validación de los trabajos.

Además, el Ayuntamiento, al parecer, encargó a una segunda empresa la inclusión de nuevos contenidos en la web y los nuevos contenidos insertados tenían errores automáticos de accesibilidad de prioridad 1. Es decir, la única parte pseudo accesible de la web había perdido su consistencia en menos de un mes.

Estos hechos sólo son un ejemplo de lo que, desgraciadamente, es muy frecuente y reflejan algunos de los errores más habituales en la concepción y ejecución de los proyectos de accesibilidad y usabilidad, que son:

El usuario y los test de usuarios

Es muy habitual, casi un tópico, hablar de diseño orientado al usuario y no contar nunca con el usuario final de los productos diseñados. Esto, en el mundo internet, se traduce en graves errores de usabilidad que alejan la consecución de los objetivos de empresa, a través de este canal de distribución, y tienen fuertes repercusiones económicas en detrimento de los beneficios de la entidad.

En cuanto a la accesibilidad se refiere, es fundamental contar con la participación del usuario a través de los test de usuarios ya que permiten identificar errores que no se pueden detectar con las herramientas de validación automática, ni con las baterías de pruebas técnicas.

Una herramienta validadora nunca puede garantizar el cumplimiento de un grado de accesibilidad concreto. Es indispensable que consultores expertos en la materia realicen una completa revisión y, tal y como pone en evidencia el error detectado en la web del Ayuntamiento de Badalona que empresa y Diputación pasaron por alto, contar con el usuario es mucho más que recomendable. Basta decir que dicho error se localizó gracias a la colaboración de un buen amigo y colega, ciego, que intentó navegar por la web municipal.

Esfuerzo inicial y pérdida de consistencia

Hacer el esfuerzo puntual de crear una guía de estilo, hacer accesible la web y perder sus atributos de accesibilidad por el simple hecho de incorporarle nuevos contenidos o rediseñar el portal es algo demasiado habitual y, desde luego, no sólo le ocurre a la web del Ayuntamiento de Badalona. Podemos encontrar muchos ejemplos más: Ayuntamiento de Barcelona, Diputación de Barcelona, Generalitat de Cataluña, por citar algunos.

Desde la web de Acctiva se pueden consultar numerosos informes públicos sobre el grado de accesibilidad de los portales de diversos sectores de actividad.

Si esta es la metodología elegida por la entidad, será absolutamente necesaria una constante adecuación de la web para mantener sus propiedades de accesibilidad. Si no se hace así perderá su consistencia, lo que, en el caso de que la web corresponda a un Organismo de la Administración, supondrá gastar dinero público, sistemáticamente, para corregir errores que nunca se deberían haber producido.

Existen otros mecanismos para facilitar el mantenimiento de una web. Acctiva propone la creación de Guías de diseño y desarrollo que permiten reducir los tiempos y costes en el rediseño y desarrollo de la web y que facilitan la externalización de los servicios de mantenimiento y desarrollo garantizando la inalterabilidad del estilo de la entidad sin perder sus usabilidad y accesibilidad.

Accesibilidad a medias no es accesibilidad

Puede que la importancia de esta afirmación cueste verla en el mundo de la tecnología, pero se hace evidente si la trasladamos al ámbito de la movilidad y la eliminación de barreras arquitectónicas.

Ninguna entidad afirmaría que su edificio corporativo es accesible para las sillas de ruedas porque hubiera construido media rampa de acceso. Si esa media rampa comenzara o terminara en un conjunto de escalones, no habría silla de ruedas que pudiera entrar al edificio.

Cuando hablamos de accesibilidad a la web, nos referimos a la eliminación total de barreras tecnológicas.

¿Se puede considerar accesible la web de un Organismo público que permita que un usuario discapacitado acceda al saludo del equipo de gobierno, pero no le permita, por ejemplo, pagar un impuesto por la web cuando otros usuarios no discapacitados si que pueden hacerlo?

Es importante recordar que, para que los sitios web sean accesibles, de acuerdo con las recomendaciones de la Unión Europea, tienen que satisfacer el nivel AA y aplicar totalmente la prioridad 2 de las pautas WAI.

Accesibilidad y Usabilidad

Si la accesibilidad permite que las personas mayores y las personas discapacitadas puedan accede a la web, la usabilidad permite que cualquier persona, discapacitada o no, pueda utilizarla de una manera sencilla, productiva y eficaz.

Hay empresas, preocupadas por la usabilidad de sus portales, que ni siquiera se plantean hacerlos accesibles. Puede que no estén interesadas en ofrecer sus productos y servicios a las personas discapacitadas, o quizá desconozcan que están renunciando a un nicho de mercado nada despreciable.

El 8,9% de la población de Cataluña padece algún tipo de discapacidad. En el Estado español, este colectivo integra alrededor de 4 millones de personas y la OMS declara que, en el mundo, se encuentran en estas circunstancias más de 500 millones de habitantes.

Además, el usuario discapacitado de internet es un usuario convencido. Internet representa para él autonomía para realizar gestiones y le facilita el acceso a todo tipo de información y recursos.

Pero lo que sorprende realmente es el hecho de abordar un proyecto de accesibilidad sin contemplar la usabilidad del portal. Y éste, es un error habitual en las webs de la Administración pública. ¿Es suficiente tener una web accesible si la navegación resulta un laberinto? Una web en la que los usuarios no saben dónde se encuentran o cómo volver a recuperar una página que les interesaba y que no tienen ni idea de cómo localizaron además de haber esperado más de 15 segundos en que se descargase…

Usabilidad y accesibilidad son disciplinas complementarias y lo deseable, rentable y eficaz es que se apliquen conjuntamente.

¿Una cuestión de imagen? ¿Cumplimiento de la ley? No es una moda políticamente correcta

Hacer un web accesible mejora la imagen de la entidad. Si la entidad es un Organismo público, además, le permite cumplir con la "ley 34/2002, del 11 de julio, de los servicios de la sociedad de la información y del comercio electrónico". Pero a pesar de que está en boca de todos, la accesibilidad y la usabilidad no son una moda.

Una web accesible y usable aumenta el ROI (Return of Investment) de la entidad, rentabiliza la inversión realizada en internet, reduce los costes de atención al usuario y del mantenimiento del sitio web, mejora el rendimiento del desarrollo informático y aumenta la tasa de conversión del número de visitas al portal, entre otras ventajas.

Personalmente, pienso que las webs se deben hacer accesibles por la sencilla razón de que existe un colectivo, de pleno derecho, que necesitan que lo sean.

Para aquellas personas y entidades que no lo entienden así, existen suficientes motivos comerciales, de marketing y económicos que justifican hacer una web accesible y usable.

Para la Administración, además, hacer la web accesible es una cuestión de compromiso más allá del cumplimiento de una ley. Nuestros gestores son cargos políticos elegidos democráticamente. Es igual cual sea el color o el signo político de su ideario porque todos los partidos incorporan en su programa dos apartados que se comprometen a hacer realidad: hacer llegar la sociedad de la información a todas las personas y la no discriminación del colectivo de personas discapacitadas, eliminando cualquier barrera de acceso para garantizar el ejercicio de sus derechos.

Quizá a todos nos haga falta un poco más de sensibilización para encontrar nuestra propia motivación. Pero estoy convencida de que, de la misma manera que la tecnología es hoy una realidad en nuestra vida cotidiana, también lo será su transformación, en un futuro muy próximo, en una tecnología accesible y usable.

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Acerca del autor/a:

Itziar Narbaiza Goikoetxea. Delegada para Cataluña de la empresa Acctiva

Citación recomendada:

Narbaiza Goikoetxea, Itziar (2004). Accesibilidad a medias no es accesibilidad. En: No Solo Usabilidad, nš 3, 2004. <nosolousabilidad.com>. ISSN 1886-8592

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